CSE convoca a elecciones Municipales 2022

Consejo Supremo Electoral convoca a Elecciones NOTA DE PRENSA El Consejo Supremo Electoral de Nicaragua, convoca oficialmente a las Elecciones Municipales 2022; a realizarse el próximo 06 de noviembre, de acuerdo a las atribuciones determinadas en los Artículos 173 y 178 de la Constitución Política de la República de Nicaragua y de los Artículos 1, 2, 3 y 10 de la Ley 331, Ley Electoral. En estas Elecciones Municipales 2022, se elegirán los cargos de Alcaldes, Alcaldesas, Vicealcaldes y Vicealcaldesas municipales, miembros de los Concejos Municipales propietarios y propietarias con sus respectivos suplentes por circunscripción municipal, en los 153 municipios de Nicaragua. Candidaturas con igualdad y equidad de géneroLa convocatoria publicada en La Gaceta, Diario Oficial de Nicaragua, mandata a los Partidos Políticos y Alianzas Políticas participantes, a presentar sus propuestas electorales bajo el principio de igualdad y equidad de género, presentando en su lista de candidatos y candidatas un 50 % de mujeres y 50 % de varones para garantizar el concepto de alternancia.Por otra parte, se exhorta a las Organizaciones Políticas a cumplir con la Constitución Política de la República de Nicaragua, de acuerdo a nuestras leyes: ● Ley N° 1040, Ley de la Regulación de Agentes Extranjeros. ● Ley N° 1055, Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz. ● Respeto a las Normas Éticas, Resoluciones, Acuerdos y Normativas, entre otras. El Consejo Supremo Electoral reafirma una vez más su compromiso de continuar fortaleciendo la democracia, la paz y la estabilidad; trabajando para garantizar a todas y todos los nicaragüenses, un Proceso Electoral Libre, Justo y Transparente.

A treinta años de “Un grano de Maíz”

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Palabras Marcela Pérez SilvaHOMENAJE A FIDEL Y TOMÁSA treinta años de “Un grano de Maíz”Auditorio de Construcción CivilLima, 13 de agosto, 2022 Buenas tardes con todas y con todos. Les traigo el abrazo de nuestro Pueblo Presidente y del Buen Gobierno de Nicaragua, y agradezco que hoy nos acompañen a celebrar a Tomás y a Fidel, en el conversatorio que hemos organizado al cumplirse los 30 años de la presentación de este libro entrañable. “Un grano de maíz” recoge las conversaciones que, a lo largo de tres días, mantuvieron el comandante en jefe de la Revolución cubana y el comandante de la Revolución sandinista, experiencia en la que tuve el enorme privilegio de participar como testigo presencial. La aventura de “Un grano de maíz” comenzó en febrero de 1992. Tomás había sido invitado como jurado del Premio Casa de las Américas, así que llegamos a La Habana, con nuestra hija Camila, que entonces daba sus primeros pasos en andador. Quisiera señalar el contexto en el que esto ocurre. Hacía apenas dos años, el 9 de noviembre de 1989, había caído el muro de Berlín. Esas navidades, entre diciembre del 89 y enero del 90, los yankis invaden Panamá, bombardean la ciudad y matan a seis mil panameños. En febrero de 1990 el FSLN pierde las elecciones en Nicaragua. Y apenas dos meses antes de nuestra llegada a La Habana, en las navidades de 1991, se desploma la Unión Soviética. Hay mucha confusión entre los compañeros. El mundo conocido parece derrumbarse ante de nuestros ojos. Francis Fukuyama sostiene que hemos llegado al fin de la historia, mientras EEUU, más arrogante que nunca, se yergue como el hegemón del mundo, imponiendo el neoliberalismo y el pensamiento único. En Cuba esto significó no sólo quedarse sin sus más importantes aliados estratégicos sino ver arreciar los ataques del imperio y endurecerse el bloqueo hasta la perversidad. Los cubanos se ven obligados a hacer grandes restricciones en sus programas sociales y a pasar al periodo especial en tiempo de paz, cuidando que nadie quede desamparado. Terminados los debates literarios en Varadero, nos llevan a la clausura del evento en el Palacio de la Revolución. Ahí, para sorpresa nuestra, nos recibe Fidel. Entre poetas y escritores, Tomás le solicita que le conceda una entrevista periodística. El comandante en jefe acepta y fija la fecha, para dentro dos meses. De vuelta en Managua, Tomás reúne a un grupo de compañeros: Aldo Díaz-Lacayo, historiador nicaragüense; Víctor Rodríguez-Núñez, poeta cubano; Miguel Bonasso, escritor y periodista argentino; Margarita Suzán, cineasta mexicana; Enrique Gaucher, editor uruguayo, y Judith Ruiz Meléndez, su asistente de toda la vida, y juntos empiezan a trabajar en la preproducción de la entrevista. Discuten los temas a tratar y entre todos van delineando las preguntas. Por supuesto, como siempre, en el fragor de la entrevista, Tomás improvisará sobre el esquema elaborado en colectivo y pulido por él hasta el más mínimo detalle. Volvemos a Cuba los primeros días de abril. El 16, Camila cumple un año y Fidel llega a la casa de protocolo donde estamos alojados y nos acompaña a partir la torta y cantarle el cumpleaños feliz. Dos días depués, entre el 18 y el 20 de abril, tiene lugar la anhelada entrevista. Antes de las sesiones, Fidel nos invita a que lo acompañemos en sus distintas actividades. El primer día nos toca ir con él a la cosecha de papas. Nos sorprende encontrar, entre los agricultores, a varios ministros, cosechando tomates y berenjenas. Al día siguiente nos llevará a conocer el flamante Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, su flor en el ojal, que no sólo ha salvado a Cuba con sus interferones y sus gamaglobulinas, con su estreptoquinasa y su PPG, con sus vacunas antimeningocóxicas, contra la hepatitis viral tipo B, y sus cinco candidatos vacunales anticovid-19, sino que ha contribuido a salvar vidas alrededor del mundo. Los horarios de Fidel son impresionantes. A la una de la mañana lo acompañamos a una reunión con los delegados latinoamericanos de la solidaridad. Luego subimos a su oficina. Tengo grabada en la memoria la Plaza de la Revolución, vista desde allá arriba, y el monumento a José Martí, resplandeciendo en medio de la noche. Estas son algunas de las notas que tomé entonces y que Tomás incluyó en el primer capítulo del libro: La Habana desfila hermosa al pie de la ventana de Fidel. De la ventana hacia fuera se ve toda la ciudad, hacia dentro, se ve Cuba entera. Es domingo y son las dos de la mañana.(…) Fidel está de pie, tiene estrellas y laureles en los hombros sobre los que suelen venir a posarse las palomas. Los comandantes se sientan frente a frente. Parecen sacerdotes a punto de oficiar. Inaugurales, las palabras de Tomás instauran otro tiempo. Pregunta, propone, provoca. Desata recuerdos y mareas y tempestades. Fidel responde con voz de trueno y sus palabras convocan lo por él nombrado, haciéndolo aparecer entre nosotros. Han llegado desde todos los rincones, los victoriosos constructores de la utopía: traen antorchas encendidas y niños de la mano. Un caballo blanco atraviesa el salón con su crines al viento. Mientras Fidel se desplaza majestuoso por el espacio, con su cuerpo de montaña, rememorando las batallas ganadas y las por librar. A lo largo de los siguientes días, los comandantes abordarán todos los temas. Hablarán de la democracia, del neoliberalismo, de las fake news (que todavía no se llamaban así, pero causaban el mismo daño), del proceso de rectificación en Cuba, de la lucha de los pueblos en América Latina y el mundo, de las aficiones de Fidel y sus gustos literarios. El tema que está en el aire, luego del descalabro del llamado “socialismo real” es la pregunta por el socialismo verdadero, aquel sin adjetivos, el que está por construirse, al que alude desde el principio Tomás: El socialismo, en última instancia, es la creación del hombre nuevo, del ciudadano del siglo XXI: que tenga horror a los lugares comunes y a la arrogancia, que entienda a la libertad como algo inherente a la revolución, que sea enemigo del esquema y amante

EL IMPERIO DE LA HIPOCRESÍA

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por: Fabrizio Casari El fin de la dominación unipolar de Estados Unidos parece estar cada día más evidente. Nuevos equilibrios se crean a nivel internacional, el nuevo orden que están asumiendo los mercados como consecuencia de los profundos cambios provocados por las guerras y las políticas de sanciones suicidas, prefigura escenarios diferentes a los conocidos hasta hace unos meses que lógicamente tienen sus repercusiones a nivel interno. En Estados Unidos, el actual enfrentamiento político se desarrolla sobre todo en el plano judicial; la Casa Blanca, de hecho, recurre regularmente a la utilización política del poder judicial y al uso descaradamente político del aparato de investigación y represión del país. No puede haber opciones “mejores” ni “menos peores” para valorar a Trump, un personaje que desde todos los puntos de vista – humano, empresarial y político – merece estar en el basurero de la historia, pero la versión liberal de la dominación presenta a veces caras aún peores. Ideológica y políticamente, son dos caras de la misma moneda; las diferencias radican en una ideología más o menos conservadora, en el predominio de una concepción ética o liberal del Estado, pero compartiendo la naturaleza, la finalidad y los valores del sistema. Idéntico es el objetivo, es decir, el mantenimiento de la supremacía estadounidense sobre el mundo; idénticos son los amigos y los enemigos, si acaso difieren las estrategias sobre cómo y cuándo enfrentarse a ellos. Aunque con contenidos muy diferentes, Trump se encuentra ahora en el centro de una iniciativa de lawfare no muy diferente a la que se escenificó para atacar a los exponentes de la izquierda a lo largo y ancho del continente latinoamericano, a la que su administración también ha contribuido robustamente. Pero en la enormidad de las acusaciones vertidas contra él, emerge una sustancial hipocresía del sistema estadounidense, que considera la agresiva y violenta manifestación en el Capitolio (que produjo una víctima) un intento de golpe de Estado. Incluso un centenar de payasos asaltando las oficinas del Congreso es “terrorismo”, mientras que el bombardeo ordenado por Yeltsin sobre la Duma fue considerado una “acción para proteger la democracia”. Para el Capitolio se invoca el terrorismo, pero en el caso de otros países, desde Nicaragua hasta Bielorrusia, donde la intentona golpista ha producido meses de horror, destrucción y víctimas por centenares, se pide la no intervención o, en todo caso, la liberación de los violentos y asesinos porque son “manifestantes pacíficos” cuya liberación incluso se exige. Este estrabismo político tiene que ver, por supuesto, con el hecho de que en el caso de Nicaragua, como en el de Venezuela, Cuba y Bielorrusia – por mencionar los últimos – la organización, financiación y dirección de esos golpes fue estadounidense. Americanos fueron los intereses desestabilizadores, y americana fue la dirección mediática y política internacional que se encargó de presentar los golpes preparados en Langley como protestas espontáneas producidas en Managua como en Caracas, La Habana o Minsk. En el caso del Capitolio, sin embargo, sus efectos concretos están inflados en sus supuestos, desarrollos y consecuencias por razones políticas; porque el asalto al Capitolio, una payasada, hizo legítima o al menos practicable la protesta contra los lugares simbólicos del poder estadounidense como el Congreso, violando así la inviolabilidad del poder norteamericano. El quid de la cuestión es precisamente esa dimensión institucional y el respeto a la vida democrática interna de los países que Estados Unidos no reconoce autoridad a ningún otro país que no sea él mismo. Es la aplicación hipócrita del excepcionalismo del que se sienten portadores, el que también se ejerce en el plano formal al rechazar la autoridad de las instituciones internacionales en su derecho a establecer investigaciones y formular veredictos vinculantes para Estados Unidos, mientras se consideran útiles para cualquier otro país. Desde la Corte Penal Internacional, que puede juzgar y condenar a cualquiera menos a los militares estadounidenses, hasta la OEA, donde Estados Unidos es el anfitrión y el que toma las decisiones sobre los expedientes y las medidas contra todos los países latinoamericanos, pero donde, por estatuto, no se puede juzgar ni condenar a Estados Unidos. Las supuestas acusaciones de represión y brutalidad policial dirigidas a Nicaragua, Cuba y Venezuela, aderezan aún más el discurso público estadounidense de hipocresía. Sin embargo, en los últimos siete años -con administraciones de ambos colores- la policía estadounidense ha matado a 7.665 personas, 1.100 al año, casi cuatro al día. Y sólo en 2021, 1055 personas fueron asesinadas y sólo el 15% de ellas iban armadas, lo que habla de la facilidad con la que la policía estadounidense utiliza las armas de fuego. Estos datos proceden del Washington Post, que señala que desde 2015 las tasas de asesinatos policiales han crecido exponencialmente y que el 24% de ellos son afroamericanos a pesar de que la población africana es sólo el 13% del total. ¿Puede un país con una policía dedicada al asesinato continuo acusar de represión a Managua o Caracas o La Habana? Lo mismo ocurre con las ONG, que desde hace varios años se han transformado en instrumentos de la política de penetración e inteligencia de Estados Unidos en países que Washington considera hostiles. Pues bien, las actividades de las ONG en estos países son fuertemente defendidas por la Casa Blanca y las organizaciones de intervención financiera vinculadas a la CIA, como la USAID, la Freedom House, el Instituto Republicano Internacional, el Instituto Democrático Internacional, y otras fundaciones entre las que destacan algunas europeas, en particular las españolas y las de los países satélites de EEUU en Europa del Este. Pero si bien esto se puede en el exterior, simplemente no es permisible en el interior. De hecho, Estados Unidos prohíbe las actividades de las ONG extranjeras en su territorio. Una parte importante del rechazo del sistema a Trump toca entonces otro elemento fundamental del relato estadounidense del mundo: el del modelo de libertad y elecciones soberanas y transparentes. Unas elecciones en las que, por principio, no se permiten observadores internacionales, pero que Estados Unidos impone a todos

Fuerza naval, firmeza y cohesión

En el marco del 42 aniversario de fundación de la Fuerza Naval.

En el marco del 42 aniversario de fundación de la Fuerza Naval del Ejército de Nicaragua, el jefe de la unidad militar informó sobre las labores y tareas realizadas en defensa de la soberanía y resguardo de los espacios marítimos, fluviales y lacustres de Nicaragua.

Presidentes de Centroamérica eligen como Secretario General del SICA a Werner Vargas

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La Vicepresidenta Compañera Rosario Murillo, destacó el nombramiento del nicaragüense Werner Vargas como Secretario General del Sistema de Integración Centroamericana (SICA). “Y hoy hemos escuchado las hermosas palabras del doctor Werner Vargas, quien ha sido electo por todos los presidentes centroamericanos como el nuevo Secretario General del SICA. Derecho de Nicaragua estar en la Secretaría General del SICA. Y nos complace, nos llena también de orgullo, poder representar caminos de unión para nuestra Centroamérica, caminos de prosperidad para nuestra Centroamérica, porque eso  lo que todos queremos y necesitamos, trabajar por la paz y el bienestar de nuestros pueblos en unión fraternal. “Todos francos amigos”, concluyó Werner sus palabras de humilde aceptación de la misión que le han encomendado los presidentes centroamericanos “para que todos seamos francos amigos”, palabras de Rubén en boca de Werner Vargas nuestro Secretario General del SICA “y florezcan sus oros los rubios trigos y entonces de los altos espíritus en pos será como arcoíris la voluntad de Dios”, expresó la Vicepresidenta. “Es la voluntad de Dios la que enciende los colores, los vigores, los amores de toda la patria centroamericana y en esta Nicaragua bendita y siempre libre, siempre llena de amor, pondremos nuestro granito de arena para llamarnos todos los días los pueblos centroamericanos, los gobiernos, los jefes de Estado y de Gobierno, llamarnos a trabajar por el bienestar, por la alegría que merecemos los pueblos de esta región, de esta cintura de Nuestramérica”, manifestó la Compañera Rosario Murillo. “Y nuestro Canciller también se dirigió a los presidentes, a los cancilleres, saludandolos de parte nuestra y diciendo y ratificando que esperamos contribuir a la necesaria continuidad del trabajo en las comisiones especializadas y al avance de todos los programas que debemos relanzar en sintonía con las demandas históricas y presentes de nuestro pueblo”, agregó. Este es “un día especial, histórico, y un día de inicio también de todos los esfuerzos, reinicio diríamos, hacia la unión centroamericana, tan propicios estos días que son días de celebración  de nuestra independencia”, agregó. “También compañeros, compañeras, en ese contexto, estamos dirigiendo una nota de nuestro Comandante en agradecimiento y reconocimiento y y compromiso a los presidentes de Centroamérica, a los cancilleres de Centroamérica y a los pueblos centroamericanos… Recordemos que los grandes triunfos están hechos de pequeños triunfos cotidianos, porque las victorias son consecutivas, es decir paso a paso se van construyendo grandes victorias, con paciencia, con inteligencia, con sensibilidad y con amor patrio”, dijo la Vicepresidenta.

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