MOSCÚ (Sputnik) — EEUU y sus aliados, al apoyar a Israel, aumentan la desestabilización y la amenaza a la seguridad en la región, mientras Teherán organiza una reunión regional de cancilleres en formato 3+3, escribió en la red social X el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Naser Kanaani, según Sputnik.
“Mientras EEUU y sus aliados espolean la guerra y aumentan la desestabilización y las amenazas para la seguridad en la región, apoyando de lleno a Israel, Teherán organiza la segunda reunión del mecanismo regional de formato 3+3 bajo el lema ‘Época de paz, cooperación y progreso en el Cáucaso del Sur’ con la participación de los ministros de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán, Armenia, Turquía y Rusia”, informó.
La reunión en formato 3+3 se celebró el 23 de octubre en Teherán con la participación de Armenia, Azerbaiyán, Irán, Rusia y Turquía. Georgia se negó a asistir.
Según Kanaani, Irán, siendo “un pilar y ancla de la estabilidad y la seguridad en la región”, está convencido de que los países que la integran “son capaces de solucionar los problemas y las crisis y garantizar una sólida seguridad y estabilidad en aras del desarrollo y el avance colectivo”.
El diplomático subrayó que el uso de esta estrategia puede garantizar el logro de los intereses y el desarrollo sostenido de los países de la región sin la injerencia de actores exteriores.
Las negociaciones se sostuvieron en Teherán tras los últimos cambios políticos ocurridos en la región: en septiembre pasado, Bakú lanzó una operación militar en Nagorno Karabaj, que llevó al desarme de las unidades militares armenias y al acuerdo de disolver desde el 1 de enero de 2024 las administraciones karabajíes.
La reunión en Teherán permitió a los cancilleres de Armenia, Azerbaiyán y Rusia debatir los cambios operados. Además, esta visita tuvo como telón de fondo la escalada del conflicto palestino-israelí, acompañada de los recelos de que nuevas fuerzas puedan verse arrastradas a este conflicto, incluido Irán.
Por primera vez la cita en formato 3+3 tuvo lugar en Moscú en diciembre de 2021 y se celebró a nivel de viceministros de Exteriores de Armenia, Azerbaiyán, Rusia y Turquía y del director general del Ministerio de Exteriores de Irán.
El 7 de octubre pasado, el movimiento palestino Hamás lanzó miles de misiles desde la Franja de Gaza en un ataque sin precedentes y realizó una incursión armada en las zonas fronterizas del sur de Israel, por lo que el primer ministro del Estado judío, Benjamín Netanyahu, declaró que el país “está en guerra”.
En respuesta al ataque sorpresa de Hamás, el Ejército israelí movilizó a 300.000 reservistas, lanzó varias oleadas de ataques aéreos sobre Gaza y está preparando una ofensiva terrestre.
Desde el 9 de octubre Israel mantiene el enclave palestino sin provisiones básicas, si bien el día 16 reinició el suministro de agua para el sur de Gaza, adonde se desplazan estos días cientos de miles de civiles por miedo a una invasión que se da por inminente.
Las hostilidades causaron hasta la fecha más de 1.400 muertos y casi 5.500 heridos en Israel, y más de 5.000 muertos y unos 15.200 heridos en la Franja de Gaza, según los últimos datos disponibles, así como 222 rehenes retenidos en el enclave, según el Ejército israelí. Hamás, según sus propios datos, retiene como rehenes de 200 a 250 personas.