Este 27 de junio, Nicaragua ha conmemorado los 37 años de su histórica victoria contra EE.UU. en la Corte de la Haya, cuando este organismo internacional ordenó a Washington pagar a Managua 12.000 millones de dólares por haber proporcionado dinero y armas a grupos antisandinistas en la década de 1980.
Por este motivo, el mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, ha presidido un acto de Estado en el centro de convenciones Olof Palme, en Managua, donde denunció a Washington por el incumplimiento de la sentencia de la Corte, cuya deuda ante el pueblo del país centroamericano aún sigue pendiente.
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En este contexto, el presidente ha hecho hincapié en que la sentencia condenatoria a EE.UU. de la principal institución judicial de la ONU “conmovió los cimientos de los imperialistas”. “Los conmovió, los sacudió y los exhibió como terroristas, porque la sentencia les ordena que suspendan las acciones terroristas contra el pueblo nicaragüense”, señaló.
Además, el presidente otorgó al representante de Nicaragua en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Carlos Argüello Gómez, la orden Augusto César Sandino en su máximo grado Batalla de San Jacinto. En su discurso, Ortega también ha llamado a levantar las sanciones unilaterales impuestas por Washington a Cuba y Venezuela y ha aseverado que EE.UU. es “un Estado terrorista que ha lanzado agresiones e invasiones y ha sembrado muerte por todo el mundo”, enriqueciéndose con las guerras en otras naciones.