MENSAJE DEL GOBIERNO DE RECONCILIACIÓN Y UNIDAD NACIONAL DE LA REPÚBLICA DE NICARAGUA EN LA CUMBRE DE JEFAS Y JEFES DE ESTADO Y GOBIERNO DE LA COMUNIDAD DE ESTADOS LATINOAMERICANOS Y CARIBEÑOS – CELAC.
9 de Abril, 2025
Tegucigalpa, Honduras
Hermana Presidenta
Presidenta de la República de Honduras
Xiomara Castro Sarmiento
Presidenta Pro-Tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños – CELAC
Hermanas y Hermanos
Jefas y Jefas de Estado y Gobierno,
Ministros y Ministras de Relaciones Exteriores,
Jefes y Jefas de Delegación de los Países Miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños – CELAC
Compañeros y Compañeras de las Delegaciones, Invitados.
Permítanme transmitir los Saludos Fraternos y el Cariño del Comandante Daniel Ortega Saavedra y la Compañera Rosario Murillo Zambrana, Co-Presidentes de la República de Nicaragua.
Expresamos nuestro profundo y especial agradecimiento a la Hermana República de Honduras, a la Compañera Presidenta Xiomara Castro y a su equipo de trabajo, por su exitosa labor al frente de la CELAC durante este año, así como por la extraordinaria organización de los trabajos en el marco de esta Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de los Países de la CELAC.
Este importante mecanismo que junta a los países de Nuestra América Latinoamericana y Caribeña es el fruto de muchos años de tenaz trabajo en la búsqueda de la unidad regional, del impostergable sueño de Unidad Latinoamericana y Caribeña.
A esta tierra de Francisco Morazán, forjador de la Unidad Centroamericana, llegamos comprometidos con continuar construyendo la Unidad de la Patria Grande Latinoamericana y Caribeña, siguiendo la inspiración de nuestro propio General de Hombres y Mujeres Libres Augusto C. Sandino, quién nos llamó a construir este Supremo Sueño de Bolívar.
El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de la República de Nicaragua seguirá participando de manera activa en estos espacios, promoviendo la unidad de nuestros pueblos y gobiernos enfrascados en esa fundamental tarea de luchar contra la pobreza para alcanzar el bienestar de nuestros pueblos, que está acompañado por el ineludible compromiso de vivir en paz, de promover la solidaridad y el entendimiento entre nuestros pueblos y gobiernos.
Esta Cumbre de Jefes y Jefas de Estado y Gobierno de la CELAC es el lugar propicio para reiterar que el alma, el espíritu y la ternura de la solidaridad entre los pueblos, es fundamental para enfrentar cotidianamente las complejidades, los retos, las dificultades y las injusticias de este mundo, siempre en cambio, siempre en transformación.
Llegamos a esta Cumbre recordando que la CELAC tiene unos principios básicos, construidos a través de los años. Principios sobre los que la región viene construyendo acuerdos y que nuestro país desea reiterar en este foro.
Seguimos expresando nuestra firme defensa a la independencia, autodeterminación de nuestros pueblos y a la no injerencia en nuestros asuntos internos, donde el respeto mutuo se constituye en la base insoslayable para alcanzar la armonía y paz a la que nuestros pueblos tienen derecho.
Continuamos defendiendo la igualdad soberana de los estados, la integridad territorial y la no intervención en los asuntos internos de cada país.
Reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de la soberanía y el derecho de todo estado a definir su institucionalidad y marco normativo, libre de amenazas, agresiones y de medidas coercitivas unilaterales.
Expresamos nuestra invariable y creciente solidaridad con el Hermano Pueblo y Gobierno Bolivariano de Venezuela en su lucha por la Dignidad y Defensa de su Pueblo frente a las agresiones externas, que sufre los embates de las crueles, constantes e inhumanas agresiones, incluyendo las medidas coercitivas unilaterales, que últimamente son más frecuentes y evidentes, en contra de ese valiente pueblo.
Una vez más reiteramos nuestro invariable compromiso con la Hermana República de Cuba, en su tenaz lucha contra el inhumano embargo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos desde 1962, así como nuestro rechazo a listas y certificaciones unilaterales o su inclusión en listas de supuestos patrocinadores de terrorismo. Este ha sido uno de los mayores acuerdos alcanzados en los distintos organismos internacionales y uno de los consensos que nuestra región no puede permitir que se ataquen.
Seguiremos denunciando toda forma de agresiones y medidas coercitivas unilaterales en contra de los sueños de paz y bienestar de nuestros pueblos y gobiernos, en especial en Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Reconocemos la legítima exigencia de los hermanos pueblos caribeños de reparaciones por los crímenes del colonialismo y la esclavitud y rechazamos las extorciones en su contra, por sus esfuerzos para lograr mejores condiciones de vida y salud de sus pueblos.
Expresamos nuestra siempre presente solidaridad al hermano pueblo de Haití, que tiene el inalienable derecho de construir paz y bienestar sin intervenciones externas.
Expresamos nuestra invariable solidaridad con el Pueblo de Palestina y seguiremos denunciando los horrendos crímenes y el genocidio que sigue llevando a cabo el Estado Sionista de Israel en contra del sufrido Pueblo de Palestina, que tiene el Derecho a gozar de su Estado Libre, Soberano e Independiente.
Llamamos a nuestra CELAC, a convocarnos a Sesión Urgente y Permanente, para analizar las gravísimas consecuencias de las Políticas Arancelarias decretadas por los Estados Unidos de Norteamérica contra el Mundo, y a acordar acciones y medidas comunes para enfrentar sus consecuencias, privilegiando los Derechos de nuestros Pueblos, y en particular las Luchas contra la Pobreza, y por una Existencia Digna y con Bienestar.
Llegamos a esta Cumbre siguiendo nuestra tradición de llamar a la Unidad, la Solidaridad y la Paz, como condición para alcanzar el bienestar al que tienen derecho nuestros pueblos.
Bienestar visto como seguridad de las personas, las familias, las comunidades. Seguridad a la alimentación, en línea con la erradicación del hambre, la pobreza y las desigualdades.
Seguridad del acceso justo a la salud, a la educación, al trabajo. Responsabilidad en la protección de la madre tierra y la preparación frente a los embates de la naturaleza, especialmente en las islas y zonas costeras de nuestra Latinoamérica Caribeña o en zonas donde las condiciones hacen difícil sostener la vida.
Son precisamente esas dificultades, creadas por el injusto orden mundial y la avaricia las que han obligado a miles de hermanos y hermanas a migrar fuera de sus comunidades, en la búsqueda de mejores condiciones para sostener la vida de sus familias.
Expresamos nuestra permanente solidaridad con las hermanas y hermanos que han tendido que migrar fuera de sus países y exigimos un trato digno para quienes son retornados a sus patrias.
Coincidimos con la legítima exigencia del Gobierno Bolivariano de Venezuela por el retorno seguro de los hermanos venezolanos migrantes. Expresamos nuestra solidaridad con los que han sido secuestrados y encarcelados, negándoles todos sus Derechos y exigimos el retorno inmediato a su Patria.
Saludamos con entusiasmo la Próxima Reunión del Foro China-CELAC, estamos seguro de que este mecanismo y plataforma de diálogo y sus iniciativas serán una buena oportunidad para intercambiar y abrir nuevos puentes de cooperación.
Compañeros y Compañeras,
Tenemos la responsabilidad de decirle al mundo que estos son los temas que fueron discutidos por la CELAC y que cuentan con una amplia coincidencia en nuestra región. Estas son las posiciones de principio y dignidad que para Nicaragua son irrenunciables, los que deben estar reflejados en cualquier pronunciamiento de esta Cumbre.
Hermanos y Hermanas.
Seguimos soñando con una Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) unida, solidaria y en cooperación, cobijados por el Principio de ser una Zona de Paz, Desarrollo y Bienestar.
El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de la República de Nicaragua reitera su firme voluntad de continuar construyendo esta Patria Grande, de continuar fortaleciendo la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en la búsqueda de armonía, paz, bienestar y entendimiento entre nuestros pueblos.
Hermana Presidenta
Compañero Canciller
Ha sido notoria y constante la actitud de unos cuantos países que actúan con el propósito de reducir y diluir los principios, acervos y rica historia de nuestra Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Han sido constatados los vetos y hemos identificado quienes son los que han trazado líneas rojas a nuestros esfuerzos de Integración.
Nicaragua rechaza todo intento de menoscabar no sólo los ideales fundacionales de nuestra Comunidad, sino también, excluir y desatender los graves problemas que aquejan a los pueblos de nuestra Región.
Hacemos ver que una declaración que no incluya la rica historia de nuestra Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños responde a los intentos por debilitar los esfuerzos de quienes queremos una CELAC fuerte y tiene el objetivo de dividirnos y reducir a un mínimo intolerable nuestros principios.
Nicaragua expresó en su momento y sin titubeo que respaldaba íntegramente la propuesta que la Presidencia Pro-Tempore presentó como Proyecto de Declaración hace un mes.
Pero la acción de quienes
sabotearon este esfuerzo, fueron evidentes y visibles, hasta llegar a proponer un documento minimizado, diluido que no expresa los grandes temas y problemas que enfrentan nuestros pueblos en la región y en el mundo.
No estamos aquí para aceptar un documento solo por decir que lo aceptamos.
Una declaración de la CELAC en condiciones mínimas debe continuar defendiendo la igualdad soberana de los estados, el derecho a la autodeterminación, la integridad territorial y la no intervención en los asuntos internos de cada país.
Debe reafirmar nuestro compromiso con la defensa de la soberanía y el derecho de todo estado a definir su institucionalidad y marco normativo, libre de amenazas, agresiones y de medidas coercitivas unilaterales.
Debe continuar expresando nuestro firme rechazo a las agresiones y el bloqueo impuesto por Estados Unidos desde 1962 en contra de la Hermana República de Cuba.
No puede dejar de expresar la solidaridad con el Hermano Pueblo y Gobierno Bolivariano de Venezuela en su lucha por la Dignidad y Defensa de su Pueblo frente a las agresiones externas.
No puede dejar de denunciar toda forma de agresiones y medidas coercitivas unilaterales en contra de nuestros pueblos y gobiernos.
Tiene que expresar la invariable solidaridad de esta región con el Pueblo de Palestina y denunciar los horrendos crímenes en su contra.
Una declaración de ésta Cumbre debe referirse a las gravísimas consecuencias de las Políticas Arancelarias decretadas por los Estados Unidos de Norteamérica contra el Mundo, y acordar acciones y medidas comunes para enfrentar sus consecuencias.
Una declaración de la CELAC debe incluir la solidaridad con las Hermanas y Hermanos que han tenido que migrar fuera de sus países y debe exigir un trato digno para quienes son retornados a sus Patrias.
Debe reconocer la legítima exigencia de los Hermanos Pueblos Caribeños de reparaciones por los crímenes del colonialismo y la esclavitud y rechazar las extorciones en su contra y expresar la inequívoca solidaridad hacia el Hermano Pueblo de Haití sin intervenciones externas.
Muchos de estos elementos han sido abordados ampliamente por la mayoría de las delegaciones, pero no han sido recogidas en esa propuesta de Declaración.
Creemos que la relatoria debe recoger las ricas discusiones y debe reflejar con mayor claridad y veracidad la realidad de las intensas y profundas discusiones que los Jefes y Jefas de Estado y Gobierno han sostenido en esta importante reunión.
La República de Nicaragua reitera que seguirá participando, trabajando y empujando la unidad e integración de la Región, a la vez que reitera que no puede aceptar ni acompañar el documento presentado como propuesta de declaración, porque éste no refleja las complejas realidades que viven los pueblos del mundo y la región y porque se aleja de los principios fundamentales que cobijan esta organización.
Muchas Gracias.