La Vicepresidenta Compañera Rosario Murillo, resaltó que este 4 de octubre que es un día especial, porque se celebra el legado del General Benjamín Zeledón y subrayó que nos corresponde replicar en todo momento su heroísmo extraordinario, nobleza y valentía.
“Muy buenas tardes, aquí estamos a las puertas de un fin de semana y en un día muy especial como este, 112 de la gesta heroica del General Benjamín Zeledón, hemos celebrado en todo el país, pero sobre todo lo celebramos de verdad consignando su ejemplo en nuestros corazones, de verdad sintiendo, que nos corresponde replicar en todo momento ese heroísmo extraordinario, esa nobleza, esa valentía del General Benjamín Zeledón“, destacó.
Mencionó que “son nicaragüenses ejemplos para todas las generaciones, cuánto honor y cuánto orgullo, y cuánta dignidad se requiere para aceptar el sacrificio, el máximo sacrificio, la entrega absoluta por el decoro de la patria, se necesita una inmensa valentía, bravura y ese es el ejemplo que está grabado con sangre en nuestro sello de identidad nacional, ese es el infinito ejemplo”.
“Y eso somos las y los nicaragüenses cuando vemos gente que no ama a su patria, cuando vemos gente que se manifiesta como lacayo, como servil, como sirviente, no reconocemos al nicaragüense y decimos: no puede ser, no tiene patria. Porque el nicaragüense es digno, el nicaragüense defiende hasta las últimas consecuencias la patria que le vio nacer, el nicaragüense ama a su patria y quienes no se identifican con nuestros valores, nuestra hidalguía, nuestra razón de ser como pueblo con identidad, cultura, bravura, quienes no se identifican obviamente no pueden ser nicaragüenses”, enfatizó.
La Compañera Rosario, manifestó que “aquí estamos celebrando la vida en nosotros, en cada uno de nosotros, del General Benjamín Zeledón, se han desarrollado actividades en todas partes y sabemos además que Zeledón engendró a Sandino, como Andrés, como nuestros Héroes originarios, como el General José Dolores Estrada, nos engendramos unos a otros, en la esencia de nuestra patria, nuestra, nuestra, nuestra, bendecida con ese honor, esa honra y siempre, siempre libre, y soberana por gracias de Dios”.
“Porque esa condición de nicaragüense es una gracia, y es gracia de Dios ser como somos, amantes de nuestra Nicaragua y amantes por supuesto de la paz, que hemos defendido y defendemos con todo lo que somos”, agregó.