El Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria de Nicaragua ha realizado un importante hallazgo en la lucha contra las especies exóticas invasoras.
A través del Sistema de Vigilancia Fitosanitaria, se logró interceptar en un zoo-criadero local un ejemplar de caracol gigante africano (Achatina fulica), una especie que fue introducida ilegalmente al país.
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Ante este descubrimiento, el Sistema Nacional de Producción, Consumo y Comercio de Nicaragua ha tomado medidas contundentes para salvaguardar la biodiversidad y la salud pública.
Rígido Anillo de contención
En conjunto con las instituciones MINSA, SINAPRED, el Ejército de Nicaragua, la Policía Nacional y las alcaldías municipales, se ha establecido un riguroso anillo de contención. Esta medida busca evitar la propagación de la plaga, aplicando protocolos de bioseguridad estrictos.
El caracol gigante africano (Achatina fulica) es reconocido mundialmente como una de las especies exóticas invasoras más peligrosas. Su capacidad de reproducción acelerada y su voraz apetito pueden tener un impacto devastador en la biodiversidad local y en la agricultura.
La pérdida de cultivos es una preocupación inmediata, pero también se destaca el riesgo para la salud pública.
Esta especie puede ser portadora de parásitos y patógenos que afectan tanto a humanos como a animales, representando un serio riesgo para la salud de la población. La introducción ilegal de este caracol gigante africano plantea una amenaza grave para los ecosistemas y la seguridad sanitaria del país.
El Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria, en colaboración con las autoridades pertinentes, está trabajando arduamente para prevenir la propagación de esta plaga y minimizar sus impactos negativos, las autoridades continuarán monitoreando de cerca la situación y tomando las medidas necesarias para evitar la proliferación del caracol gigante africano y sus potenciales efectos perjudiciales.
Por: Israel Rocha