A sus 73 años, el primer alfabetizado en Nicaragua, nos cuenta con orgullo lo que para él significo aprender a leer y escribir.
El 23 de marzo de 1980, miles de personas con el objetivo común de alfabetizar a aquellos que no sabían leer y escribir, partieron desde Managua, plaza de la revolución, expandiéndose por todo el territorio nacional, llegando a los más recónditos lugares.
En esta acción participaron trabajadores de la salud, maestros, amas de casa, estudiantes de primaria, secundaria y universitarios, entre otros; regresaron a su casa, un 23 de agosto de ese mismo año, con rostros cansados pero llenos de vida después de haber cumplido la misión revolucionaria de haber brindado el pan del saber.
Con la consigna ¡Puño en alto!, ¡Libro Abierto!
En cumplimiento de uno de los sueños del comandante Carlos Fonseca Amador, ¡La enseñanza!
Llegó a Nandasmo, municipio del departamento de Masaya, el primer grupo de alfabetizadores. Fue ahí donde salió la primera persona alfabetizada de nombre Miguel Salvador Vivas, quien hoy en día tiene 73 años de edad, y quien habita con sus hijos y nietos.
“Tenía 31 años cuando me alfabetizaron. No tuve la oportunidad de estudiar porque en mi casa había muchos niños, no fui criado por mi mamá ni por mi papá… y la verdad que eran muchas las dificultades en los hogares donde me criaron porque solo me ocupaban para mandadero y para trabajar”.
Cuando empecé a leer los cuadernos me sentía satisfecho y encantado. Mi consejo a los jóvenes es que se dediquen a lo que más le interesa, que es los estudios para que sigan saliendo más profesionales.
En ese tiempo no imaginábamos la importancia. Tuvimos momentos de preocupación y de alegría. El Comandante Daniel y la Compañera Rosario han demostrado una gran capacidad para dirigir a este pueblo y ese es el orgullo mayor que Nicaragua tiene al tener personas de esa naturaleza, expreso Miguel Vivas.
Así mismo nos expresó su hijo, Miguel Vivas, quien estudió Ingeniería electrónica en la Unan-Managua.
“En mi caso le agradezco tanto a mi padre y a mi mamá porque me dieron la oportunidad de estudiar en la universidad. Mi hermana también estudió en la universidad, aunque no terminó la carrera. Actualmente, un sobrino está por graduarse en la universidad y la otra es licenciada”, afirmó.
Martha Lucía Arias, delegada del Ministerio de Educación en Nandasmo, detalló que la educación mejoró la calidad de vida a las personas que aprendieron a leer y a escribir como don Miguel.
La modalidad de educación de jóvenes y adultos es una modalidad emblemática de nuestro buen gobierno que sigue los pasos de la alfabetización del año 1980” quien aportó que en esta nueva modalidad están matriculados 250 personas en los terceros ciclos, “Su manera de pensar cambió tras la alfabetización. Se dieron cuenta de que la educación debía ser oportuna y la transmitieron a sus familias”
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