La Vicepresidenta de Nicaragua, Compañera Rosario Murillo, se dirigió a las familias nicaragüenses al finalizar la XXIX Graduación de oficiales del Centro Superior de Estudios Militares, General José Dolores Estrada Vado.
Destacó que “este es otro logro, otro paso adelante del Pueblo Presidente, este es otro paso adelante del honor, el valor y la gloria del pueblo de Nicaragua”.
Subrayó que “nos sentimos orgullosos, siempre lo decimos y no dejaremos de decirlo porque este pueblo nuestro es grandioso. ¿Cuánto cuesta cada paso? Y lo vamos dando porque amamos a nuestra Patria bendita y porque, además, sabemos que cada paso adelante nos lleva en sendas de futuro bendecidas”.
“Sendas de futuro que Dios derrama como milagro, como prodigio que nosotros tenemos que caminar todos los días“, afirmó.
Envió un “abrazo a todas las madres nicaragüenses, porque sabemos lo que significa para una mamá, para un papá cuando son responsables los padres, para una familia, ver a sus hijos graduándose, saliendo adelante”.
Enfatizó que “importante es lo que se llama seguridad humana, tener trabajo y tener esperanza de trabajar para prosperar. Tener Paz, lo primero que nos permite trabajar y prosperar, tener salud, tener educación que nos da más fuerza de victoria y tantos prodigiosos programas que representan la vida buena que queremos las nicaragüenses y los nicaragüenses”.
“Seguridad humana, nos da certeza de un presente que ya es mejor y de un futuro que en unión, esa fortaleza la estamos construyendo y es con seguridad humana que vamos adelante. Y es seguridad humana, la alegría que sienten las familias cuando vamos avanzando”, indicó.
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“Yo creo que se impone ser agradecido, agradecer a Dios porque en este mundo caótico y un mundo, como decía el Comandante, la avaricia, la codicia y el egoísmo sustituyen a la Paz que debe ser el Bien Común de la humanidad”, enfatizó la Vicepresidenta de Nicaragua.
grandes expectativas y con mucho trabajo y empeño, con mucho sentido de misión. ¿Cuál es la misión? Derrotar la pobreza, ese es el enemigo de los pueblos, impuesta esa pobreza, ¿verdad? Por los que creen que son los dueños del mundo”.
“Estar en un país pequeño que desafía lo que parece ser la norma, porque pareciera que los conflictos, las guerras son la norma; y que ponerse uno sobre otro es la norma”, agregó.
“En este país pequeño se producen milagros; aquí estamos fortaleciéndonos unos a otros en el empeño de vivir como cristianos, vivir como hermanos, vivir como familia, vivir como comunidad y reconocernos todos nicaragüenses por gracia de Dios”, remarcó.
“Un país y un pueblo milagroso, portentoso, prodigioso. Una Nicaragua que brilla, resplandece con los milagros que recibimos y los milagros que nos engrandecen porque nos dan más fuerza de espíritu para seguir venciendo, venciendo los pecados capitales. La gula, cuando digo gula no me refiero a comer más, me refiero, a esa gula que hay en el mundo de dominar más, imponer más, comernos mejor, como los cuentos de Caperucita, como lobos, no. Aquí forjamos Patria y Unidad desde un Gobierno donde el Pueblo es Presidente y protagonizamos mujeres, varones, jóvenes y, sobre todo, adultos mayores, abuelitos, protagonizamos el presente y creemos y creamos el futuro”.
“Hablar de Nicaragua es hablar del amor de Dios hacia la humanidad. Hablar del deber que tenemos cada uno de nosotros de amar al prójimo, amarnos unos a los otros y, desde ese amor, profundizar estas propuestas que son liberadoras, liberándonos de la miseria y luchando para que la Paz sea todos los días en nuestros corazones, en nuestros hogares, en nuestra familia, en nuestras comunidades y en nuestra Nicaragua Siempre Bendecida, Bendita, Soberana, Amorosa y Libre. ¡Siempre más allá! Ese es el lema para cada día: avanzar, avanzar, avanzar en tiempos de victorias”, finalizó la Vicepresidente Compañera Rosario Murillo.