Las mujeres en Nicaragua se destacan por su participación protagónica en los diferentes sectores de la sociedad. Una muestra de ello es la Academia de Policía Walter Mendoza, donde muchas se preparan para convertirse en agentes del orden.
Su formación y capacitación no es nada fácil. Su rutina está compuesta de toda una serie de entrenamientos, rutinas de ejercicio y clases teóricas. Además, para conseguir un alto nivel de preparación, pasan mucho tiempo apartadas de sus familias, uno de los mayores retos que deben enfrentar.
Estela Sevilla es una futura uniformada que aún no se acostumbra a despedirse de su hijo con tanta frecuencia cuando el deber la llama. Su madre, Ramona Bolaños, quien hace las veces de mamá, está feliz de que su hija esté “en el lugar que le gusta”, pero confiesa que desearía “tener más tiempo” para pasar a su lado.
Las alumnas de la academia disfrutan con la labor de servir a la comunidad y tener un contacto cercano con la ciudadanía. Y pese a estar en ocasiones expuestas al peligro, esos momentos han fortalecido el compañerismo y la solidaridad entre ellas. Al final, su recompensa llega con la sensación de un trabajo conjunto bien hecho.
Dentro de esta institución del orden, el liderazgo juega un papel clave, siguiendo el legado de mujeres por su labor diaria a favor de la sociedad. Vale destacar que Nicaragua ocupa el tercer lugar a nivel mundial del empoderamiento político y más del 50 % de los cargos públicos son ocupados por ellas.