El Presidente Daniel Ortega, en un emotivo discurso, extendió un cálido saludo y reconocimiento a la Policía Nacional de Nicaragua en su 44º aniversario de constitución. Durante su alocución, el mandatario destacó la trascendental labor de esta institución en la protección de los derechos y la seguridad de los ciudadanos, subrayando el papel fundamental que desempeña en la preservación de la estabilidad y la paz en Nicaragua.
En un momento significativo de su discurso, el Comandante Ortega hizo referencia al Golpe de Estado que sufrió el Presidente Salvador Allende en Chile. Lo describió como un verdadero héroe que nunca se rindió ante la adversidad. Recordó que este Golpe de Estado fue orquestado por elementos traidores encabezados por Augusto Pinochet y con la intervención de los Estados Unidos de América. Los hechos que ocurrieron en Chile, consecuencia de este Golpe, dejaron una marca indeleble en la historia, con miles de personas perdiendo la vida por el simple hecho de ser socialistas.
En su discurso, el Presidente Ortega también rindió homenaje a Víctor Jara, un símbolo de la resistencia que sufrió un acto genocida atroz: le cortaron las manos y luego lo asesinaron por defender al pueblo. Estos relatos de valentía y sacrificio sirvieron como recordatorio de la importancia de mantenerse firmes en la defensa de los ideales y la justicia.
El Presidente de Nicaragua también abordó los actos terroristas perpetrados por traidores de la patria, que incluyeron el bloqueo de vías, la pérdida de vidas inocentes y la creación de un clima de inseguridad en la población. Además, mencionó cómo estos actores difamaban y creaban falsos escenarios a través de los medios de comunicación.
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En un consejo significativo a los oficiales ascendidos durante la celebración, el Presidente Daniel Ortega instó a no bajar la guardia en ningún momento, recordando que el enemigo al que se enfrentan es el mismo que Andrés Castro combatió hace más de cien años. Enfatizó que el pueblo nicaragüense está respaldado por instituciones formadas por hombres y mujeres de dignidad, amor a la patria y la firme convicción de que no se venden ni se rinden jamás.
El mensaje final del Comandante Daniel Ortega fue claro y enérgico: “que sepa el enemigo que este es un pueblo con instituciones de hombres y mujeres con dignidad, con amor a la patria que no se venden y no se rinde jamás”. Estas palabras reflejaron el espíritu y la determinación de un país que ha enfrentado desafíos a lo largo de su historia y continúa defendiendo sus valores con firmeza.
